CARTA AL PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE RR.EE. DEL SENADO, GABRIEL VALDÉS SUBERCASEAUX
CARTA AL
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE RR.EE. DEL SENADO,
GABRIEL VALDÉS SUBERCASEAUX
(10-3-1997)
Señor Presidente
Don Gabriel Valdés Subercaseaux
Comisión de Relaciones Exteriores del Senado
VALPARAÍSO
De nuestra consideración:
CAMPO DE HIELO SUR
Deseamos presentar a Ud. un trabajo técnico, que puede cooperar en su toma de decisión cobre la propuesta argentina, de una nueva modificación de las fronteras en esta zona, siguiendo una línea poligonal.
En primer lugar, debe considerarse que la propuesta argentina de la poligonal, nace de una simple "Declaración de Límites" firmada por los presidentes de ambos países en 1991, sin que llegara a ser un tratado y sin que obligue a Chile.
La poligonal propuesta fue diseñada por un diputado argentino sobre su escritorio de Buenos Aires, sin ningún estudio previo, sin base geográfica, ni histórica, ni jurídica. No respeta, además, ningún principio de los acordados en los tratados anteriores y aceptados por ellos mismos, como la divisoria continental de aguas, el principio orográfico del paso de la frontera por las más altas cumbres del encadenamiento principal de Los Andes y varios otros.
La "Declaración de Límites" fue presentada a Chile en forma muy apresurada, el diseño de la poligonal hecho sobre un mapa argentino que omite los fiordos de la costa Pacífica, sin haber tenido cartografía chilena de referencia, con cambios de toponimia y con desconocimiento de la zona por parte de los firmantes chilenos.
La frontera actual en la zona, entre el monte Fitz-Roy y el cerro Daudet, corre por las más altas cumbres del encadenamiento principal de Los Andes y se sitúa sobre el borde oriental de esta meseta de hielo.
Partiendo desde el majestuoso Fitz-Roy, la frontera sigue recta al sur pasando por el cerro Torre (3.128 mts.), el Adela, el Ñato, el Grande, el Huemul, el Campana, el Murallón (de 3.600 mts.). Luego, el Roma (3.270 mts.), el Agassiz, el Bolado, el Mayo, el Cervantes. En este sector, la frontera corre por el borde del abismo, dejando al Este, abajo, el lago Argentino y al Poniente a 15 kms. el fiordo Calvo. Luego se desplaza al Daudet, al Stokes y al Cordón Baguales, que conforman el encadenamiento principal de Los Andes en la zona.
Esta frontera de las cumbres representa desde ya, una transacción alcanzada por los dos países, en circunstancias que la línea propuesta por Barros Arana y el perito Moreno al Tribunal Arbitral de S. M. Birtánica en 1898, corresponde a la recta geométrica entre el Fitz-Roy y el Stokes, permitiendo el paso por territorio chileno desde Laguna del Desierto a Magallanes.
Por el otro lado, la poligonal en su vértice 4 se dirige directamente al Poniente, internándose 20,7 kms. en pleno territorio chileno de Campo de Hielo, para llegar a un cerro innominado de 1.600 mts., dejando el hito natural del Fitz-Roy, lejos, aislado, en pleno territorio argentino. Continúa al Nunatac de 1.416 km. y sigue dando saltos por cerros secundarios, en un trazado completamente arbitrario, pretendiendo destacar este cordón occidental en los hielos, no obstante que dicho alineamiento carece de la continuidad y de la importancia en las alturas que el cordón oriental, por donde corre la frontera actual.
Dos hechos recientes corroboran la arbitrariedad del trazado de la poligonal argentina.
El Presidente Menem, en la búsqueda de apoyo a la aprobación de la poligonal por parte del Congreso argentino, declaró públicamente a su pueblo: "La Nación no pierde territorio ni soberanía, con el problema de los hielos continentales".
El Centro de Estudios "Segundo Centenario", argentino, en una extensa declaración pública, que reproduce el diario La Tercera de Santiago, en su edición del 23 de Enero de 1997 (que toda persona culta debiera leer en Chile), entre otros razonamientos, simplemente evidencia: "La poligonal es un trazado virtual, no geográfico sino de carácter político".
Y Chile, preocupándose de probar que la frontera actual es la legítima, con respaldo histórico y geográfico.
El protocolo "aclaratorio" firmado en diciembre pasado por los Presidentes Frei y Menem, fuera de no referirse a la poligonal, es fuente de futuros problemas al mencionar el manejo de las aguas del río Santa Cruz, la proyección de la poligonal sobre la Antártida, el tránsito por los hielos, y otros.
Una vez probada la legitimidad y validez de la frontera actual, en Campo de Hielo Sur, por una parte, y la abultada arbitrariedad del trazado de la poligonal propuesta por los argentinos, debemos observar las diferentes diligencias que se pueden afrontar.
Una primera solución, podría ser la simple devolución de la "Declaración de Límites de 1991", en vista de la completa injustificación de lo referido a Campo de Hielo Sur.
Una segunda alternativa, sería el rechazo por parte del Congreso Chileno, de la poligonal por carecer de sustentación histórica, jurídica y geográfica y por haber sido la actual frontera ratificada por el Laudo de S. M. B. Eduardo VII en 1902.
En el caso que Chile acepte ir a un arbitraje, como consecuencia del rechazo de la poligonal, éste debiera posponerse durante un tiempo prudente, con el objeto de consolidar las siguientes prerrogativas:
Una: Tomarse un plazo de unos treinta años, de manera que los actuales defensores de la soberanía nacional, de quienes no se ha escuchado la voz, hayan sido todos reemplazados.
Dos: Darse un plazo suficiente para que todas las personales chilenas, que de alguna forma participen en la toma de una decisión sobre problemas fronterizos, se compenetren profundamente de la historia y geografía de la zona bajo estudio.
Tres: Ante un posible arbitraje sobre el trazado de las fronteras entre el Fitz-Roy y el cerro Stokes, Chile tendría forzosamente que pedir la línea recta geométrica, de Barros Arana / Moreno de 1898 y recurrir a un Tribunal de reconocido prestigio internacional en la materia.
Finalmente, Chile puede simplemente postergar la resolución sobre la poligonal, con el objeto de que se desvanezca la actual premura en resolver un problema de tanta trascendencia para nuestra Patria. Nuestros vecinos del Este han recibido la generosa participación económica de los chilenos y estando en deuda con nuestro país, sería natural que no se opusieran a un aplazamiento.
Debemos recordar que el territorio nacional que recibimos de nuestros Padres de la Patria fue, en 1810, de 2.000.000 km2, reducidos en la actualidad a 750.000 km2 continentales, habiendo perdido en favor de Argentina 1.250.000 km2, debido a la hermandad americana, la nula valoración del territorio nacional y la condescendencia.
Estimado señor presidente, el territorio de Campo de Hielo es de inmenso valor económico y estratégico y no hay razón para exponer ni un centímetro cuadrado de él.
Saludamos Atentamente a Ud.
CORPORACIÓN DE DEFENSA DE LA SOBERANÍA
Jorge Figueroa
Cruz - Presidente
Benjamín González Carrera - Secretario General