AL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES JOSÉ MIGUEL INSULZA
AL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES
JOSÉ MIGUEL INSULZA
(03-7-1998)
Señor Canciller
José Miguel Insulza
PRESENTE
De nuestra consideración:
Nos dirigimos a usted por la inquietud que nos producen las noticias recientes relativas al tema de Campo de Hielo Sur.
A esta fecha son varias las autoridades, tanto argentinas como chilenas, que han manifestado que la declaración de límites Aylwin / Menem de 1991 nunca constituyó un Tratado y que, por lo tanto, es letra muerta, hecho que deben reconocer oficialmente ambos países antes de entrar en nuevas conversaciones sobre límites.
Sólo cuando se haya dado ese paso se podrán poner las cartas sobre la mesa y partir nuevamente de cero.
La frontera actual en Campo de Hielo Sur corresponde a una transacción alcanzada en las Actas de 1898 entre Diego Barros Arana y el perito Moreno. Chile pedía la recta geométrica entre los montes Fitz-Roy y Daudet, en lo cual hubo acuerdo absoluto ente ambas partes. Dicha línea cortaba los lagos Viedma y Argentino, dejando paso a Magallanes por territorio chileno a través del Paso Baguales.
Argentina pedía la misma línea pegada al Pacífico que presentó en 1991, de manera que ahora presenta como territorio "en litigio" lo que ganó en 1902, o sea, la frontera actual más su antigua aspiración.
La poligonal Aylwin-Menem cortaría a Chile en dos, dejando a Argentina prácticamente en el Pacífico al entregarle "kilómetros más o kilómetros menos" (teoría Boeninger).
Chile es un país soberano y debe hacer respetar sus fronteras, de lo cual deben tomar nota las Fuerzas Armadas y observar el desarrollo de las gestiones, de acuerdo a lo dispuesto en el Art. 19 de nuestra Constitución. Debemos comenzar por objetar el absurdo fallo del 21 de octubre de 1994 sobre Laguna del Desierto; luego se debe continuar revisando las cuencas del Atlántico y del Pacífico para marcar la frontera en la línea divisoria de las aguas continentales, de acuerdo con el fatídico Tratado de 1881, por el cual entregamos gratuitamente a Argentina un millón de kilómetros cuadrados en una sola firma.
Chile debe exigir que Argentina se retire del Pacífico al sur de la Isla de los Estados y del arco de las Antillas del Sur en el mar de Drake y hasta el Polo Sur.
Finalmente, Chile no puede seguir escuchando cantos de sirenas, ni trascendidos, ni proposiciones irregulares, ni conversaciones entre personalidades que no están en el curso regular, que muy poco entienden y que además no conocen el lugar. Debe, en cambio, tener alguna vez la decisión de defender lo que es nuestro, puesto que la frontera actual es cosa juzgada.
Ya en 1941 Argentina volvió a decir que el último problema que tenía con Chile era el Beagle; y según los mapas argentinos de 1902, ese país no tuvo nunca Campo de Hielo Sur.
No debemos caer en una definición precipitada impulsada por las candidaturas presidenciales de ambos países.
Confiamos en que definitivamente se despierte el espíritu patriótico de nuestros legisladores y autoridades, que con honrosas y contadas excepciones parece estar profundamente dormido.
CORPORACIÓN DE DEFENSA DE LA SOBERANÍA
Jorge
Figueroa Cruz - Presidente
Benjamín González Carrera - Director
Ramón Arrau Merino - Director