ENTREVISTA A DON JORGE FIGUEROA CRUZ
ENTREVISTA A DON JORGE FIGUEROA CRUZ
Artículo del suplemento "El Sábado" (sección "La
Última Palabra", pág. 54), del diario "El Mercurio"
del viernes 31 de mayo 2002
Jorge Figueroa
por Pauline Kantor
Desde 1984, este publicista y declarado amante de la
patria preside la Corporación de Defensa de la
Soberanía, que nació hace casi 40 años para patalear
por nuestro terruño. Ahora están envueltos en una
nueva cruzada: los inmigrantes. ¿La razón? Los 200
mil extranjeros que han llegado al país en los
últimos siete años en busca que mejores horizontes
laborales, suma tan alta como los adherentes de la
Corporación
¿Relación entre soberanía e inmigración?
- Ninguna, son conceptos distintos. Abordamos el
tema porque es consecuencia de un problema mayor: la
política de "fronteras permeables". Precisamente, es
cuando ambos temas se mezclan que se está frente una
situación anómala.
¿Por qué dicen que Chile peca de "ternura
filantrópica"?
- Al sentirse en la obligación de recibir y asistir
a cuanto extranjero llegue, aún en desmedro de
nuestros compatriotas.
Inmigrantes peruanos: ¿Hay que establecer un tope o
prohibirles la entrada?
- El ingreso de inmigrantes, sean de cualquier
nacionalidad, debe ser controlado. Las leyes
permiten que entren al país el tipo de personas que
se necesitan para determinadas áreas laborales.
Argentinos, ecuatorianos, peruanos, franceses,
ingleses... ¿De qué nacionalidad prefiere que sean
nuestros inmigrantes?
- Chilenos. Preferiría que los inmigrantes fueran
los propios chilenos que han debido hacer su vida en
el extranjero dejando grandes ausencias en su patria
y en sus corazones.
¿Coreanos en el Sauna Mund?
- Los coreanos al igual que nuestros connacionales
pueden ir a cualquier parte, siempre que cumplan con
las normas de higiene establecidas.
El gobierno anunció la creación de una comisión de
alto nivel para fijar una nueva política de
inmigración: ¿Demasiado tarde?
- Nunca es demasiado tarde para este tipo de
medidas. Sin embargo, es claro que esto debió
haberse hecho antes. Prevenir siempre será mejor que
curar.
¿Es Chile un país xenófobo?
- No, y lo confirman las innumerables colonias
extranjeras. El control migratorio impediría,
justamente, darle excusas a la xenofobia.
¿Usted se habría opuesto a la colonización alemana
ocurrida en Chile hace un siglo y medio?
- Jamás. Fue un programa regulado y no un fenómeno
espontáneo o descontrolado.
Se calcula que hay un millón de chilenos que viven
fuera. Según esa cifra, ¿por qué no podríamos acoger
a un millón de inmigrantes?
- Ese millón de chilenos emigró buscando trabajo. No
estamos en condiciones de otorgar a otros lo que no
se les pudo dar a ellos. Las políticas deben
orientarse al retorno de los chilenos que están en
el exterior, terminando con el mito del "pat'e
perro". Asumamos que han ido partiendo por
necesidades, y no porque sean Ulises o Marco Polo.
Oleada inmigratoria: ¿Motivo de orgullo o de ofensa
nacional?
- Ninguna de las dos. Es un problema preciso y
puntual: cesantía, conflictos sociales,
desequilibrio. Ya hemos empezado a ver también
delincuencia, mafias y narcotráfico.
¿En qué quedó la frase "y verás como quieren en
Chile al amigo cuando es forastero"?
- En plena vigencia. Mientras el "forastero" siga
siendo "amigo", siempre será bienvenido.
Ni Estados Unidos ni Europa, han podido detener las
oleadas migratorias, ¿Cómo puede Chile conseguirlo?
- En Estados Unidos y Europa existen hoy algunas de
las políticas más severas de inmigración y entrega
de visas. Si no existieran, la situación sería peor.
Chile tiene la oportunidad de evitar lo que ellos
intentan revertir, pero para un control migratorio
eficiente, debe abandonarse la política de
"fronteras permeables", o estamos condenados a dar
palos de ciego eternamente.